Las armadoras de automóviles son las industrias que principalmente utilizan sistemas con cañones granífugos para lanzar bombas ante cualquier indicio de lluvia y con ello impedir la caída de granizo, con el argumento de que daña los vehículos ya terminados.
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Por: Ana Laura Vásquez

Con 19 votos a favor, la Cámara de Diputados de Tlaxcala avaló una reforma a la Ley de Protección al Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible del Estado que prohíbe el uso de cañones antigranizo, por parte de la industria, con el fin de alterar el ciclo meteorológico, especialmente el de las lluvias.

La modificación a la norma prevé una sanción de mil 400 Unidades de Medida y Actualización (UMA) a quienes utilicen esos materiales. Es la primera vez que los diputados de Tlaxcala legislan sobre esa materia, y lo hicieron en respuesta a las denuncias de los campesinos de la entidad, sobre el daño en sus cultivos como consecuencia del uso de bombas antigranizo para impedir las lluvias.

En voz de la diputada Marcela González, las comisiones dictaminadoras explicaron que las actividades económicas como la agricultura y ganadería, fuente de los alimentos y de la base de la subsistencia humana, padecen una situación “verdaderamente crítica” por el cambio climático y también debido al uso de los cañones antigranizo por parte de la industria que defiende sus propios intereses y genera afectaciones sin ninguna consecuencia legal.

“El impacto del cambio climático en estas dos actividades económicas imprescindibles ha sido devastador”, expuso la legisladora.

Por tanto, señaló que los legisladores consideraron correcto que las instituciones encargadas de investigar, perseguir y castigar todo acto que afecte a la humanidad y al medio ambiente cuenten con los mecanismos sancionatorios contra la práctica de detonar los cañones antigranizo.

Específicamente, según el expediente parlamentario, los legisladores locales reformaron las fracciones II y III del artículo 167, y adicionaron fracciones a los artículos 4 y 99, todos de la Ley de Protección al Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible del Estado.

En la norma aparece ya la definición de “ciclo hidrológico”, que es la circulación permanente del agua en sus formas sólida, líquida y vaporosa, que comienza con la evaporación desde la superficie del planeta hasta su enfriamiento, condensación, precipitación en forma de lluvia, nieve o granizo, infiltración, escorrentía y circulación subterránea.

Y de acuerdo con el artículo 99 BIS, adicionado a la ley, en Tlaxcala se prohíbe la alteración del ciclo hidrológico natural, desde su fase de condensación hasta la de precipitación, por medio de la aplicación de tecnología instalada o adaptada para tales fines.  

Son las armadoras de automóviles las que principalmente utilizan sistemas con cañones granífugos que tienen el objetivo de lanzar bombas ante cualquier indicio de lluvia y con ello impedir la caída de granizo, con el argumento de que daña los vehículos ya terminados.

Los cañones granífugos generalmente están instalados en los estacionamientos de las factorías y tienen la capacidad de lanzar una bomba cada 10 segundos. Los campesinos aseguran que esa es la causa de la ausencia de lluvias y severa sequía en los últimos años porque las bombas no solo impiden el granizo, sino todo el ciclo hidrológico.

González remarcó que cualquier alteración a los procesos ambientales del planeta debe ser razón suficiente para la prohibición de cañones antigranizo.

De acuerdo con el Monitor de Sequía en México, que realiza la Comisión Nacional del Agua, hasta septiembre de 2023, un total de 39 de los 60 municipios de Tlaxcala fueron afectados por la sequía; entre los más perjudicados están Cuapiaxtla, Altzayanca y Tequexquitla, que colindan con la zona de Puebla donde tiene operaciones una reconocida armadora de automóviles de lujo, la cual, presuntamente, también utiliza las bombas antigranizo.