Se llama Oso, el perro que de manera ilegal cruzó la frontera de México hacia Estados Unidos (EE. UU.), al correr detrás de un grupo de migrantes en el área de la playa, en Tijuana, Baja California. Pero ya retornó a su país.
Poco le duró el sueño o gusto de pisar el territorio extranjero, porque ya regresó a esa ciudad fronteriza del noroeste de México, luego de ser abandonado en el vecino país. Un comerciante lo rescató.
“Me dieron permiso de pasar por él, para regresarlo”, comentó un comerciante ambulante de la zona, quien pidió mantener su identidad reservada.
Oso mide unos 40 centímetros de alto, es delgado y le encanta correr entre la arena, así como por el malecón, además de tomarse fotografías con quien le grite por su nombre.
La mañana del pasado martes, entró corriendo detrás de ocho migrantes por una zona en donde es reparado el muro metálico entre México y Estados Unidos, algunos turistas videograbaron la escena.