Yesenia desapareció en Arivechi, Sonora, el domingo 21 de mayo; buscaba a su esposo.
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Por: Redacción Hay Gato Encerrado

Desde el pasado 21 de mayo, Yesenia Guadalupe Durazo Cota, miembro del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, está reportada como desaparecida; la fiscalía del Estado ya inició una investigación después de recibir la denuncia formal de la desaparición por parte de sus familiares.

Durazo Cota se unió al colectivo con el objetivo de obtener apoyo para buscar y encontrar a su esposo, privado de la libertad, en 2020, por presuntos delincuentes que operan en la sierra de esa entidad.

Cecilia Patricia Flores Armenta, lideresa del colectivo, pidió auxilio a las autoridades y a los delincuentes que presuntamente secuestraron a la víctima, que tengan clemencia.

“Las Madres Buscadoras de Sonora les suplicamos que la liberen con vida. Ella no es un peligro para nadie, sólo busca paz. Prometemos olvidar y que cuando podamos abrazarla de nuevo nunca buscaremos justicia”, publicó en redes sociales.

Flores Armenta detalló que Yesenia hablaba por teléfono el 21 de mayo, alrededor de las nueve de la noche, afuera de su casa en Arivechi, municipio enclavado en la sierra de Sonora, y al cruzar de su domicilio a la plaza pública unos hombres armados se la llevaron por la fuerza a bordo de una camioneta.

La FGE dio a conocer que investiga este caso con la Mesa de Seguridad y la Comisión de Búsqueda, mientras que el Gobierno local prometió usar helicópteros y vehículos oficiales para iniciar la búsqueda de la mujer de 33 años, rastreadora en la sierra del estado, en búsqueda de su cónyuge.

“La violencia se ensaña con las madres buscadoras”

La activista Cecilia Patricia Flores Armenta, sostuvo que en México aumenta el número de desaparecidos, pero ahora la violencia apunta contra las mujeres que se han dado a la tarea de buscarlos.

“Los desaparecidos siguen aumentando en el país. Pero ahora la violencia se ensaña con las madres buscadoras. Este es el país del que no se habla en las mañaneras el estado y país nos debe una disculpa a las familias de desaparecidos por el nulo apoyo en búsqueda e investigación”, escribió en su perfil de Twitter.

En julio de 2021, Gladys Aranza Ramos Gurrola, de 28 años, miembro del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora, fue secuestrada y asesinada; su cuerpo lo encontraron en un predio del ejido Ortiz, zona rural del municipio de Guaymas. Aranza Ramos buscaba a su esposo, Bryan Omar Celaya, secuestrado el 6 de diciembre de 2020 por personas armadas que se lo llevaron con todo y su automóvil.

La joven, madre de una niña de dos años, fue plagiada por un comando que irrumpió en el domicilio de sus padres y al siguiente día la encontraron muerta.

En julio de 2022, Brenda Jazmín, de Guerreras Buscadoras de Cajeme, fue encontrada sin vida en el motel El Caminante, en ese municipio; su cadáver tenía huellas de violencia. Ella buscaba a su hermano Luis Heraldo Beltrán Jaime.

La FGE afirmó que ese crimen no estaba relacionado con su labor como rastreadora y su pareja sentimental fue arrestada una semana después del crimen.

Mientras, integrantes de la agrupación Madres Buscadoras de Quintana Roo se plantaron frente a los juzgados orales penales en Cancún, en demanda de que Angélica Velázquez, esposa del vendedor de tacos señalado como responsable de la desaparición de Fernanda Cayetana Canul Blanco, de 13 años, perpetrada el 21 de julio de 2022, sea vinculada a proceso como cómplice.

Velázquez se entregó voluntariamente el martes. La acusan de ayudar a su esposo a llevarse a la menor, quien trabajaba con ellos y no ha sido localizada.