Con un tráiler, normalistas rurales de Ayotzinapa y de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) abrieron las reforzadas puertas del Palacio de Justicia de Iguala, Guerrero, al que lanzaron piedras y prendieron fuego, en represalia por el ocultamiento de información relacionada con los ataques del 26 de septiembre de 2014 y la desaparición de los 43 estudiantes.
Esto, después de que terminara el mitin realizado por los nueve años de los ataques perpetrados por sicarios de Guerreros Unidos (GU), así como elementos de diferentes corporaciones policiales.
El contingente de normalistas llegó a bordo de 24 autobuses, que salieron pasado el mediodía de la cabecera municipal de Tixtla, en la región Centro, hasta llegar a la cina de la bandera nacional donde colocaron ofrendas florales en las estelas de luz, lugar donde fueron asesinados a balazos sus compañeros Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo.
También pararon en el punto en que fue localizado el cadáver desollado de Julio César Mondragón Fontes, “El Chilango”.
Fue la primera ocasión, a nueve años de ocurridos los hechos, que al mitin no acudieron los padres de los 43, quienes permanecen en la Ciudad de México.
La columna de autobuses emprendió la retirada con dirección a la salida sur, antes de salir, hicieron alto frente al Palacio de Justicia, en donde se reforzó la seguridad colocando alambre de púas en su barda perimetral, pero también abriendo zanjas alrededor del inmueble para evitar el paso de vehículos,
Los administradores del Poder Judicial clavaron tablas sobre los cristales de las ventanas, para evitar que los quebraran a pedradas, como suele pasar en ese tipo de protestas.
Los normalistas cubrieron sus rostros con paliacates, máscaras y pasamontañas, para inicialmente lanzar piedras, explosivos caseros y bombas molotov, hasta que lograron abrir una de las puertas.
Del interior de las oficinas sacaron papelería y material de cómputo, al que le prendieron fuego tanto dentro del inmueble como en el área de patio.
Después maniobraron un tráiler, utilizando un reducido paso lateral para derribar uno de los muros del edificio público.
Aunque intentaron incendiar el tráiler no lo consiguieron, los jóvenes se retiraron del lugar luego de arremeter contra las instalaciones por espacio de 30 minutos.
No hubo personas lesionadas, tampoco detenidos, las corporaciones policíacas no se acercaron al lugar.